👣UN CAFECITO NUEVO CADA MAÑANA👣  

            🍮 19 de junio de 2024🍮

 

La epístola a los Romanos

Romanos 4:1-5:21

La justificación por la fe

El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. (Romanos 4:18-22).

Propósito: "Demostrar cómo Dios justifica al pecador y cuáles son los resultados de esa justificación".

El apóstol Pablo continúa apuntando hacia la condición de la fe de Abraham, señalando algunas características de ella: (1) "creyó cuando no había esperanzas"; (2) "no se debilitó en su fe"; (3) "no dudó" por incredulidad; (4) "se fortaleció en fe" dando gloria a Dios; (5) "plenamente convencido" de la Omnipotencia de Dios. Por todas estas características su fe le fue contada por justicia cuando creyó a Dios; porque, en primer lugar, "él creyó en esperanza contra esperanza" (Romanos 4:18), o sea, "mas allá de la esperanza sobre esperanza, él creyó". Ni siquiera había esperanza. Abraham confió en Dios de una manera que sobrepasa lo que el hombre es capaz de comprender. Abraham y Sara no tenían hijos. La edad avanzada de ambos les incapacitaba humanamente, a esperar familia. Pero Dios prometió al patriarca que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Abraham creyó a Dios "con miras a llegar a ser padre de muchas gentes". Puede decirse que Dios premió la fe de Abraham, haciéndole padre de todos los creyentes, así judíos como gentiles. "Y no se debilitó en la fe" (Romanos 4:19). Literalmente, "y sin debilitarse en la fe". Abraham sabía cual era su condición física lógica, y que, a su edad no era capaz de engendrar. A pesar de ello, no se debilitó en su fe, sino que "cuidadosamente consideró su propio cuerpo", el cual, fisiológicamente, "estaba ya como muerto". Tanto la edad de Abraham (99 años) como la de Sara (79 años) les negaba el privilegio de procrear, a menos que Dios obrase un milagro. "Tampoco dudó". Literalmente "no titubeó". El verbo "dudó" en el tiempo verbal usado aquí indica un punto específico en la vida de Abraham en el que hubo un acto de entrega personal. "Un momento en que, en lugar de flaquear, confió totalmente en el Todopoderoso". Un tiempo crucial concreto en que Abraham no dudó "por incredulidad". La incredulidad es sinónimo de desconfianza o de duda. El creyó en el Dios omnipotente que prometió darle una descendencia y una tierra, ambas en perpetuidad. Ambas cosas serían eternamente y para siempre. Y no dudó, "Sino que se fortaleció en fe". La forma verbal "se fortaleció" significa "se revistió de poder". La fe fué el instrumento a través del cual Abraham fue lleno de poder (el texto griego no dice "en fé" sino "por fe" o "mediante fé"). "Dando gloria a Dios" expresa que Abraham entendía el carácter operante de la gloria de Dios en su vida. Lo único que el patriarca podía hacer era dar a Dios la gloria.  "Plenamente convencido" (Romanos 4:21). Abraham estaba totalmente persuadido de la capacidad espiritual para cumplir a cabalidad todo lo que había prometido. Nunca puso en tela de juicio el carácter de Dios y su fidelidad para dar cumplimiento a su palabra, sino que entendió, sin sombra de duda, que Dios cumple todo lo que promete. Esta afirmación, "plenamente convencido", sugiere una convicción profunda que se halla enraizada en el corazón, abarcando la mente y las emociones. Abraham estaba "plenamente" convencido que Dios cumpliría "Lo que había prometido". Esta frase se refiere a la promesa hecha por Dios a Abraham (véase Génesis 12:1-3; 13:14-16; 15:18-21). Dios se comprometió con Abraham a que le daría una descendencia y una tierra con carácter perpetuo. Abraham confió en la capacidad de Dios para cumplir su promesa. "Por lo cual también su fe le fue contada por justicia". Esta frase  refuerza el argumento de Romanos 4:3, "Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia". Pablo desea dejar bien claro que Abraham fue declarado justo exclusivamente sobre la base de su fe en Dios. Continuará.

🎵¿Te sientes casi resuelto ya?

¿Te falta poco para creer?

Pues, ¿Por qué dices a Jesucristo: 

"Hoy no: mañana te seguiré"?🎵

http://uncafecitonuevo.blogspot.com