Justificación

        🍮 25 de junio de 2024🍮

 

*La epístola a los Romanos*

Romanos 4:1-5:21

*La justificación por la fe*

*Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo*. (Romanos  5:15).

Propósito: "Demostrar cómo Dios justifica al pecador y cuáles son los resultados de esa justificación".

*"Pero el don no fue como la transgresión"*. El texto griego dice: "pero no como la transgresión así también el regalo de la gracia". Está claro que el apóstol desea hacer un contraste entre "la transgresión" y "el regalo de la gracia". La transgresión, es decir, el acto de desobediencia cometido por Adán, produjo muerte y miseria para toda la raza humana. El pecado de Adán hizo que *"los muchos murieran"*. Aquí la referencia es a quienes muere en su pecado y pasan a la eternidad sin esperanza. Aún esos sufren el resultado de la transgresión de Adán. A modo de contraste, *"mucho mas abundaron para los muchos la gracia y el don de Díos por la gracia de un hombre, Jesucristo"*. "Los muchos" se refiere a los que han puesto su fe en Cristo, aceptando "la gracia de Dios" y "el don". Ambas expresiones apuntan al plan divino de la salvación. La salvación es un regalo de la gracia de Dios manifestado a través de la persona y la obra de Cristo. *"Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó"*. Esta expresión: "el don" significa "un regalo concreto", "una bendición derramada". "El que pecó" es Adán. Aquí vemos otra vez el contraste establecido entre Cristo y Adán. La desobediencia de Adán trajo muchas transgresiones. La obediencia de Cristo trajo muchas bendiciones, la mayor de las cuales es la de ser declarado justo por la fe en Él, es decir, recibir el privilegio de tener libre acceso a la presencia de Dios. La transgresión de Adán resultó en juicio y condenación; la obediencia de Cristo trae bendición y justicia al que cree en Él. *"Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte"*. La muerte reinó a causa de la transgresión cometida por Adán. El reinado de la muerte significa que todos los descendientes de Adán son "súbditos" de la muerte, e incapaces de evadir su dominio. Pero Jesucristo vino "para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es decir, al diablo" ("Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo", Hebreos 2:14). La muerte y resurrección de Cristo hace posible que los que *"reciben"* la abundancia de la *"gracia"* y el *"don"* de la justicia, gocen de la vida eterna. Obsérvese que Pablo habla de _abundancia de gracia y del regalo de la justicia _, pero también habla de _recibir_. El hombre tiene la responsabilidad de creer para recibir el regalo de Dios a través de Cristo (véase Juan 1:12, *"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;"*). *"Así que"*. Es decir, en resumen, comenzando por el versículo 12, Pablo reitera el contraste: (1) la transgresión de Adán trajo condenación a todos los hombres; y (2) la justicia de Cristo es imputada a todos los que reciben el regalo de la gracia de Dios. A continuación, Pablo continúa estableciendo el contraste entre Adán y Cristo. La desobediencia de Adán hizo que los muchos fuesen constituídos pecadores, pero, la obediencia de Cristo hace que "los muchos" que ponen su confianza en Él sean constituídos justos. *"Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase"*. Hay que aclarar que, la presencia de la ley no hace que el hombre sea pecador, sino que pone de manifiesto mas abundantemente la condición pecaminosa del hombre. El ser humano ya es pecador. Antes de la institución de la ley ya el pecado reinaba en el hombre. La ley es como un rayo de luz que al penetrar por la rendija de una puerta pone de manifiesto el polvo que flota; de forma parecida, el pecado del hombre queda al descubierto por la ley. La ley revela la Santidad de Dios y la pecaminosidad del hombre. De manera que la presencia de la revelación escrita de Dios ha puesto de manifiesto la suciedad del corazón del hombre (ver Salmos 19:7-14). *"Más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia"*. Pero cuanto mayor era la necesidad del hombre, la gracia de Dios a través de Jesucristo se manifestó para salvación (véase Juan 1:17; Tito 2:11). *"Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro"*. La palabra *"para"* sugiere propósito. *"Así como" se completa con *"así también"*, ya que Pablo dice que "el pecado entró", "el pecado abundó", y que "el pecado reinó". El apóstol contrasta el hecho de que la gracia vino por Jesucristo y también por Él la gracia sobreabundó, *"para"* que "la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro". La gracia de Dios reina para vida eterna en todo aquel que cree. La vida eterna tiene que ver con el futuro, y es, también, una realidad presente. El regalo de la vida eterna se recibe mediante la fe en Cristo ahora, en esta vida presente, se comienza a disfrutar aquí en la tierra y se disfrutará plenamente en la eternidad. *Continuará*.

🎵Yo vivo Señor porque tú vives;

Porque tú vives, Señor es que yo vivo

// Me das consuelo, me das abrigo

Y en la aflicción mi Señor estás conmigo //🎵

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