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          🍮 10 de junio de 2024🍮

 

La epístola a los Romanos

Romanos 3:1-31

La corrupción del pecado y su remedio

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, (Romanos 3:23-24).

Propósito: "Demostrar que el hombre está desprovisto de la justicia que Dios demanda y que esa justicia se encuentra sólo en Cristo".

Pablo continúa en su argumento de demostrar que, todos, judíos y gentiles, estamos total e irremisiblemente perdidos; y, que no hay diferencia. ¿Por qué?: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios," (Romanos 3:23). La forma verbal "pecaron", significa "errar el blanco". Todo ser humano, desde el mejor hasta el peor, ha errado el blanco pegándole al blanco incorrecto. "Y están destituidos de la gloria de Dios". La gloria de Dios es el blanco que el hombre ha errado. El criterio para determinar el pecado lo establece Dios, no el hombre. Dios dice que el hombre se "ha quedado corto", "ha fallado", "no ha podido alcanzar la gloria de Dios". Es lo que el vocablo griego "estar destituido" significa, "errar", "quedarse corto". El hombre no es capaz de satisfacer, por su propio esfuerzo, el criterio divino para alcanzar la gloria de Dios. Es decir, alcanzar la brillantez deslumbrante de los atributos de Dios. El Señor Jesús oró por los creyentes, diciéndo: "... para que vean mi gloria que tú me has dado..." (Juan 14:24). Los que han puesto su fe en Cristo podrán ver al Señor Jesucristo, quien es el resplandor de la gloria de Dios; por lo que, también, y en ése sentido, dice el apóstol Pablo, refiriéndose a los no creyentes: "en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios" (2 Corintios 4:4); y, así mismo, el autor del libro a los Hebreos, dice de Jesucristo: "..."el cual, siendo el resplandor de su gloria", y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas" (Hebreos 1:3). Por lo que, el apóstol afirma de los creyentes: "Siendo justificados gratuitamente por su gracia". "Siendo justificados", significa "declarar justo". Dios no hace justo al pecador, sino que lo declara justo. El tiempo presente del verbo "declarar justo" sugiere una acción continúa, donde el sujeto recibe la acción. El pecador que pone su fe en Cristo "es declarado justo" o admitido en la presencia de Dios. El término "gratuitamente" significa "como un regalo". El costo de ese regalo es incalculable, pero Dios lo da de pura gracia. Gracia significa, "_favor inmerecido_". Todos los beneficios que Dios derrama sobre el pecador proceden de las riquezas de su gracia. El vocablo "gracia" es usado por Pablo 24 veces en el libro de Romanos. "Mediante la redención que es en Cristo Jesús". La frase es enfática: a través de la redención, es decir, la que hay en Cristo Jesús. El vocablo redención significa "la liberación que resulta del pago de un rescate". Efesios 1:7, dice: "en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia"; y, el versículo 14, también dice: que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria"; y, en Colosenses 1:14, continúa diciendo: "en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados". Finalmente, el autor del libro a los Hebreos, enfatiza: "Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna", (Hebreos 9:15). "El primer pacto" se refiere al pacto con el pueblo judío. El regalo de Dios es invaluable. La muerte de Cristo fue el rescate pagado para hacer posible la liberación de la condenación eterna de todo aquel que cree en él (véase Hebreos 2:14-15). #Continuará.

🎵 Cristo en tí confío salvación me das;

Sin tí estoy perdido no merezco mas;

Pero tú viniste mi alma a rescatar,

Para que en la gloria yo pudiera entrar.

En tu amor confiando buscaré tu faz,

Porque en tu presencia tengo gran solaz;

Dueño de mi vida amante salvador,

Ya me encuentro cautivado por tu amor.🎵

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