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🍮 24 de julio de 2025🍮
JUAN 4:24-42
Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. (JUAN 4:47)
La necesidad urgente llevó a este hombre a buscar a Cristo: su hijo estaba enfermo en Capernaum, unos 25 km más allá. Cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él. Tal vez había oído del milagro que Jesús realizó en las bodas de Caná hacía unos meses (2:1- 11). Podría haber sido testigo de las señales que Jesús realizó en Jerusalén durante la pascua u oído de ellas por los peregrinos que habían estado allí (2:23-25). Cuando encontró a Jesús, le rogó que descendiese [a Capernaúm] y sanase a su hijo. El tiempo imperfecto del verbo erōtaō (le rogó) indica que le imploró repetidas veces a Jesús que curara a su hijo. Este miembro de la corte de Herodes, tragándose su orgullo, le suplicaba ayuda al hijo de un carpintero (cp. Mt. 13:55; Mr. 6:3). En este punto, la fe del oficial era poco más que una esperanza desesperada que lo había llevado a pedir la intervención de Jesús. Ciertamente, su ansiedad era entendible pues su hijo estaba a punto de morir. Pero su fe en Jesús aún no provenía del deseo de salvar su alma, sino del desespero por su hijo. La debilidad de su fe en la capacidad de Jesús para sanar se subraya por dos suposiciones erradas que hizo él sobre el Señor. Primero, a diferencia del centurión (Lc. 7:6-7) y la mujer sirofenicia (Mr. 7:24-30), suponía que Jesús tenía que estar físicamente presente para sanar a su hijo. Segundo, esperaba que Jesús tuviera el poder para sanar a su hijo, pero no tenía esperanzas de que pudiera resucitarlo de los muertos. Estas dos suposiciones estaban detrás de la insistencia en que Jesús fuera al instante, antes de que fuera demasiado tarde. A diferencia del joven rico (Mr. 10:17-22), no estaba buscando la verdad espiritual, sino que lo impulsaba la necesidad emocional y física. Al ir a Jesús su meta no era obtener la salvación eterna, sino la sanidad física para su hijo agonizante. Continuará
🎵Tú me levantarás, tú me levantarás, tú me levantarás; aunque débil soy.🎵
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