👣UN CAFECITO NUEVO CADA MAÑANA👣
🍮 15 de julio de 2025🍮
JUAN 4:24-42
¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. (JUAN 4:35)
Algunos comentaristas consideran que la declaración inicial en esta sección era un proverbio del siglo I. Sin embargo, más probablemente indica que el incidente en el pozo ocurrió en diciembre, cuatro meses antes de la siega de primavera en abril. Un proverbio como ese no se ha registrado en ninguna otra parte y el tiempo normal entre plantar y segar era cercano a seis meses. El adverbio eti (aún) también parece fuera de lugar en el proverbio, que seguramente se leería “Faltan cuatro meses y luego viene la siega”. Con el ejemplo del grano en crecimiento en los campos aledaños Jesús recalcó en los discípulos la idea de alcanzar a los perdidos. No había necesidad de esperar cuatro meses, los campos espirituales ya estaban blancos para la siega. Los discípulos solo tenían que alzar los ojos y ver que los samaritanos venían hacia ellos (v. 30); estos samaritanos, con sus ropas blancas, contrastaban con el verde brillante del grano en maduración y se veían como cabezas blancas en los tallos que indicaban el tiempo de la siega. Aunque los samaritanos todavía no habían llegado al pozo, Jesús conocía los corazones de los hombres, si estaban listos para la salvación (cp. 1:47-49; 2:24-25; 6:64), tal como conocía la historia de la mujer sin que se la contaran (vv. 16-18). Tal capacidad sobrenatural era una manifestación de su deidad (cp. 1 S. 16:7; Jer. 17:9-10). Cuando les dice a sus discípulos que el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, el Señor resalta su responsabilidad en la siega de las almas. Ellos recibirían su salario, la recompensa de alegría de recoger el fruto para la eternidad (cp. Lc. 15:7). Continuará
🎵Alza tus ojos y mira, la cosecha está lista el tiempo ha llegado, la mies se está madura🎵
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