👣UN CAFECITO NUEVO CADA MAÑANA👣

            🍮29 de septiembre 2022🍮

 

Job 27:1-4

Reasumió Job su discurso, y dijo: Vive Dios, que ha quitado mi derecho, Y el Omnipotente, que amargó el alma mía, Que todo el tiempo que mi alma esté en mí, Y haya hálito de Dios en mis narices, Mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engaño.

Ahora, Job pasa a defender su propia rectitud; por eso, dice a sus amigos: "Nunca tal acontezca que yo os justifique; Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad. "Mi justicia tengo asida, y no la cederé; No me reprochará mi corazón en todos mis días". En ésto, Job no era osado, ya que Dios mismo había declarado la rectitud de Job. Job se rehusaba a ser impío. Y, dice: "Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, Cuando Dios le quitare la vida? "¿Oirá Dios su clamor Cuando la tribulación viniere sobre él?". "He aquí que todos vosotros lo habéis visto; ¿Por qué, pues, os habéis hecho tan enteramente vanos?" Job estaba de acuerdo con sus amigos en que el impío recibe justa retribución; pero, ahora se daba cuenta que también el justo padece por igual, aun siendo justo. Ésto no lo entendía. Era para él contradictorio. Job identificó el desacuerdo entre él y sus amigos acerca de la retribución de Dios. Aunque estaban de acuerdo en que Dios es poderoso, soberano y sabio. Pero, como Job sabía que no había cultivado en su vida ningún pecado que pudiera causarle un sufrimiento tan terrible, tuvo que concluir que no todo sufrimiento procede del pecado, ni que toda rectitud tiene recompensa. Debía existir otra explicación. Nada de ésto tenía sentido. Ahora, veremos como Job apela, en su sabiduría, a Dios. 

#Continuará

🎵El amor de Dios es grande. No podrá jamás cesar; Mas aumenta, más se expande; Cuanto mas le dan lugar. A pesar de ser tan santo, da perdón al pecador; Y el vigor de nuestra vida, nos he dado en ese amor.🎵

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