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viernes, 8 de agosto de 2025

TOMA TU LECHO

 👣UN CAFECITO NUEVO CADA MAÑANA👣

             🍮 08 de agosto  de 2025🍮


JUAN 5:1-16

Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. (JUAN 5:8-9) 

Aquel Hombre, paralítico y sin esperanzas,  Jesús le dio más de lo que pudiera haber esperado; con autoridad le ordenó: “Levántate, toma tu lecho, y anda” (cp. Mr. 2:11). Los tres verbos imperativos expresan la totalidad de la curación: el hombre debía levantarse, cargar la estera de paja sobre la cual estaba recostado e irse. De la misma manera en que Jesús habló y el mundo se creó (Gn. 1:3, 6, 9, 11, 14, 20, 24, 26; cp. Jn. 1:3; Col. 1:16; He. 1:2), así también sus palabras tenían el poder para crear un cuerpo nuevo (cp. Mt. 8:16; 9:6; Mr. 2:11; Lc. 6:10; 13:12). A diferencia de muchas supuestas sanidades de hoy, las sanidades de Jesús eran completas e instantáneas, con o sin fe. Esta sanidad demuestra ese punto porque el hombre no dio muestras de fe en Jesús en lo más mínimo. Aun así, se sanó instantánea y completamente. Juan registra que al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Una de las mentiras más crueles de los “sanadores de la fe” contemporáneos es que las personas no se sanan porque son culpables de incredulidad, falta de fe o “confesión negativa”. En contraste, muchas de las sanidades de Jesús no siempre manifestaron fe de antemano (cp. Mt. 8:14-15; 9:32-33; 12:10-13, 22; Mr. 7:32-35; 8:22-25; Lc. 14:1-4; 22:50- 51; Jn. 9:1-7),  este hombre es un ejemplo excelente. El incidente ilustra a la perfección la gracia soberana de Dios en acción (cp. v. 21). De todos los enfermos en el estanque, Jesús escogió a este. No había nada en él que lo hiciera más merecedor que los demás; tampoco andaba buscando a Jesús, fue Jesús quien se acercó a él. El Señor no lo escogió porque previera que él tenía la fe para creer en una sanidad, nunca expresó fe en que Jesús lo podría sanar. Así sucede con la salvación. Dios decidió salvar a todos aquellos que sin merecerlo, nos dio la oportunidad por medio de su Hijo, para ser salvos. Continuará

🎵Era Jesús el hombre con que hablaba, era Jesús que al estanque llego, era Jesús a quien necesitaba, Jesús llegó y el enfermo sanó.🎵

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