š£UN CAFECITO NUEVO CADA MAĆANAš£
š®9 de junio de 2025š®
JUAN 3:22-36
Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el EspĆritu por medida. (JUAN 3:34)
Los profetas de antaƱo que hablaron por Dios eran guiados, inspirados y recibĆan poder del EspĆritu Santo; Juan el Bautista estaba “lleno del EspĆritu Santo, aun desde el vientre de su madre” (Lc. 1:15). Con todo, la capacidad del EspĆritu para darles poder estaba limitada por su naturaleza humana, caĆda y pecadora. Pero Cristo, el que Dios envió (3:17; 4:34; 5:24, 30, 36-38; 6:29, 38, 39, 44, 57; 7:16, 28-29, 33; 8:16, 18, 26, 29, 42; 9:4; 10:36; 11:42; 12:44-45, 49; 13:20; 14:24; 15:21; 16:5; 17:3, 8, 18, 21, 23, 25; 20:21; Mt. 10:40; Mr. 9:37; Lc. 4:18; 10:16), hablaba infaliblemente las palabras de Dios porque Dios le dio el EspĆritu sin medida (1:32-33; cp. Is. 11:2; 42:1; 61:1). No hay lĆmites al poder del EspĆritu que obra por medio suyo porque “en Ć©l habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9). ContinuarĆ”.
šµTu palabra es la voz que me habla en la maƱana, es mi consejo cada dĆa Y en las pruebas quien me guĆa.šµ
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