š£UN CAFECITO NUEVO CADA MAĆANAš£
š®2 de enero 2024š®
Mateo 26:52-54
Entonces JesĆŗs le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerĆ”n. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Ć©l no me darĆa mĆ”s de doce legiones de Ć”ngeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirĆan las Escrituras, de que es necesario que asĆ se haga?
El SeƱor ordena a Pedro volver la espada a su lugar, no ha deshacerse de ella. Y, dió algunas razones: 1) "porque todos los que tomen espada a espada perecerĆ”n". AquĆ "todos" no se refiere a quienes participan en guerras como las ordenadas por Dios en el Antiguo Testamento, sino a quienes toman la espada para propagar la fe cristiana. Algo asĆ como lo ocurrido durante las Cruzadas o las llamadas "guerras de religión" o "religiosas", o "santas". El SeƱor no estĆ” de acuerdo con Ć©sto. 2) JesĆŗs explica la segunda razón, asĆ: "¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Ć©l no me darĆa mĆ”s de doce legiones de Ć”ngeles?" Una legión eran unos 6,000 hombres. El SeƱor sugiere que cada apóstol podrĆa contar con una legión. Pero, de ser asĆ, ¿cómo se cumplirĆa la profecĆa de las Escrituras (ver IsaĆas 53; salmos 22; ZacarĆas 12, 13). 3) "JesĆŗs dijo a Pedro: "mete tu espada en la vaina: "la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?" (Juan 18:11). Era necesario que el MesĆas fuese arrestado, juzgado, condenado y crucificado. "Que sufriese la ira de los hombres". Y que la copa de "la ira de Dios" fuese totalmente vaciada sobre Ćl. Notemos que lo ocurrido en GetsemanĆ y en el Gólgota, sin duda, fue el estricto cumplimiento de la voluntad del Padre. Y, JesĆŗs no consideraba su sacrificio como "un desafortunado accidente", sino algo dado por el Padre. Es prueba de que los sufrimientos son con frecuencia la expresión de la voluntad de Dios. Por tanto, "la meta" de Dios para los discĆpulos es que sean conformados a su Hijo. Y cualquier cosa que sea necesaria para conseguir esa meta, serĆ” hecha. #ContinuarĆ”.
šµDebo correr hasta llegar,
A la meta que él me fijó.
Debo correr hasta llegar,
En los brazos de mi Salvador.
El enemigo luchando estĆ”,
Para destruir lo que Cristo hizo en mĆ.
Pero en su nombre yo he de vencer,
Y correrĆ© correrĆ© hasta llegar.šµ
http://uncafecitonuevo.blogspot.com
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