



1 Juan 4:21
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
Amar al hermano o al prójimo, es un mandamiento de Dios.
Y esto, sólo es posible si deponemos nuestros propios intereses particulares para hacer prevalecer los de los otros; y, además, pasamos por alto sus ofensas, tropelías y abusos; siguiendo el ejemplo que nuestro Señor Jesucristo nos dio. Él, no tenía pecado alguno, ni merecía el padecimiento que sufrió por nosotros, ni aún tenía una razón o deuda que debiera pagarnos. Pero, siendo poseedor de su gran amor, lo mostró en favor nuestro, sus enemigos. Pues, enemistados contra Dios, pesaba sobre nosotros sentencia de muerte; y no había remedio ni cura, ni ninguna otra salida, sino solo la entrega del justo por los injustos.
Por tanto, si Cristo nos amó así, debemos, si nos ha sido dado vida, darla también por nuestros enemigos.
🎵Señor yo he prometido, servirte con amor; concédeme tu gracia, mi amigo y salvador.🎵
No hay comentarios:
Publicar un comentario