👣UN CAFECITO NUEVO CADA MAÑANA👣
🍮15 de abril de 2025🍮
JUAN 2:23-25
Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. (JUAN 2:23)
Estos tres versículos sirven de puente entre el relato de la limpieza del templo y la historia de Nicodemo, que viene a continuación. Esta sección, aunque breve, tiene profundas implicaciones relativas a la naturaleza de la fe salvadora. Jesús permaneció en Jerusalén durante la pascua y la fiesta de los panes sin levadura que venía inmediatamente después. En ese tiempo realizó varios milagros que no están registrados específicamente en las Escrituras (cp. 20:30; 21:25). Como resultado, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Ellos creían que Él podría ser un profeta (cp. Mt. 21:11; Lc. 7:16) o incluso el Mesías conquistador que estaban esperando (cp. Jn. 6:14-15, 26). Pero esa fe era superficial y poco sincera. No era fe salvadora, como lo indica el juego de palabras de Juan. Creyeron en el versículo 23 y fiaba en el versículo 24 vienen del mismo verbo griego, pisteuō. Aunque creían en Jesús, Jesús no creía en ellos; Él no tenía fe en la fe de ellos. Jesús “consideraba que toda creencia en Él era superficial si no tenía como sus elementos más esenciales la consciencia de la necesidad de perdón y la convicción de que solo Él es el Mediador de ese perdón”. Aunque muchos afirmaban creerle, Jesús sabía que la mera aprobación intelectual no prueba nada; incluso los demonios tienen esa fe (Stg. 2:19). Como la semilla que caía en terrenos rocosos o espinosos, quienes poseen tal fe oyen la Palabra e inicialmente la reciben con alegría (Mt. 13:20), pero como sus corazones nunca cambian verdaderamente, caen cuando llega la aflicción (v. 21) o cuando aparecen las riquezas del mundo (v. 22). Continuará
🎵Creo en ti Jesús por lo que harás en mi, en mi, en mi;
/recibe toda la gloria, toda la honra, precioso hijo de Dios./🎵
http://uncafecitonuevo.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario