👣UN CAFECITO NUEVO CADA MAÑANA👣
🍮25 de marzo de 2025🍮
JUAN 2:1-5
Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. (JUAN 2:3-5) Ultima Parte
La hora oscura de la cruz precedería la revelación total de su glorioso reino mesiánico donde abundaría el vino, emblema de la alegría y la felicidad:
Vienen días—afirma el Señor—, en los cuales el que ara alcanzará al segador y el que pisa las uvas, al sembrador. Los montes destilarán vino dulce, el cual correrá por todas las colinas. Restauraré a mi pueblo Israel; ellos reconstruirán las ciudades arruinadas y vivirán en ellas. Plantarán viñedos y beberán su vino; cultivarán huertos y comerán sus frutos (Am. 9:13-14, NVI; cp. Is. 25:6; Jer. 31:12; Jl. 3:18).
María, sin inmutarse por la reprensión suave (cp. Mt. 15:22-28) y consciente de que Él no se estaba negando a su solicitud, dijo a los que servían: “Haced todo lo que os dijere”. Ella inmediatamente fue donde estaban los sirvientes, en anticipación a la respuesta del Señor. Los que servían eran diakonois (de donde se deriva la palabra española “diáconos” [1 Ti. 3:8, 12]), lo cual sugiere que no eran doulois, esclavos o sirvientes de la casa. Probablemente ellos, como María, eran familiares y amigos que ayudaban con la celebración. Era necesario que María les recomendase a Jesús, pues de otra manera habrían vacilado en seguir las instrucciones extrañas de un invitado.
🎵Al que está sentado en el trono, al que vive para siempre y siempre, Sea la gloria, sea la honra y el poder🎵
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