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                 🍮2 de febrero de 2024🍮

 

Mateo 27:26

Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.

Poncio Pilato: "El personaje". 

En realidad, poco se sabe de Pilato aparte de lo que registran las Escrituras. Se evidencia la clase de persona que era: "un enclenque moral". La tradición dice que en su juventud fue un soldado de fronteras. Tomó por esposa a Claudia Procla, hija de Julia, la depravada hija de Augusto. Su suegro Tiberio César lo nombró prefecto de Judea quizá en reconocimiento de sus capacidades administrativas, o como un regalo de bodas, o por ambas cosas. Se metió en dificultades con los judíos al introducir en Jerusalén los estandartes romanos que llevaban la imagen del emperador. Esa confrontación le hizo perder prestigio. Lucas dice que Pilato mezcló la sangre de ciertos galileos con los sacrificios de ellos. Filón de Alejandría lo acusa de corrupción, robo, violencia, maltrato de personas, injurias, continúas ejecuciones sin la menor sombra de juicio (un asesino) y múltiples crueldades. Sorprende que los Evangelios se refrenen de atacar verbalmente su carácter. Fue con Pilato que Jesús tuvo un diálogo privado. La mente perversa pero refinada del gobernador romano fue capaz de pronunciar frases importantes: "¿Qué es la verdad?” (Juan 18:38); "He aquí el Hombre" (Juan 19:5)"; "¿De dónde eres tú?" (Juan 19:9); "¿Qué haré de Jesús llamado el Cristo?" (Mateo 27:22); "Jesús nazareno, rey de los judíos" (Juan 19:19). Con su conocimiento de la justicia romana y la advertencia de su esposa de no tener nada que ver con ese"justo", Pilato debió reflexionar antes de entregar a Jesús a la muerte. Pilato expresó una frase enfática, finalmente: "Allá vosotros". Como si dijera: "Vuestra es la decisión". Y, claro que decidieron: ¡Crucifícale!. Tres acciones de Pilato: 1) "soltó", "liberó", o "despidió" a Barrabás. 2) ordenó que Jesús fuese azotado en su presencia. El profeta Isaías vislumbró lo ocurrido en aquel día y lo expresó así: Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás. Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. (Isaías 50:5-6). 3) entregó a Jesús "para ser crucificado". Su juicio y su condena fueron actos de total injusticia. Y, usted ¿Qué hará con Cristo? #Continuará.

🎵¿Qué harás tú con Cristo?

No puedes ser neutral.

Pronto tendrás que decirte:

"¿Conmigo qué hará Él?"🎵

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