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🍮16 de febrero de 2024🍮
Mateo 27:41-43
De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
"La burla de los dirigentes religiosos contra Jesús el Mesías. 2da. Parte"
Recuérdese que en varias ocasiones el Señor les había tapado la boca a los sacerdotes, a los escribas, a los fariseos y a los ancianos (Mateo 22:22, 46). Incluso, el Señor había pronunciado siete ayes en Mateo 23, en contra de ellos. Más, aquella mañana ellos estaban allí "escarneciéndole" de continuo, como dice A.T. Robertson: "el vocablo usado aquí, "escarneciéndole", significa, actuar como niños tontos, a los que les gusta hacer de payaso unos con otros. "Aquellos dignos y venerables ancianos ya habían expresado su alegría cuando ellos mismos habían condenado a Jesús (Mateo 26:67-68). La expresión: "a otros salvó, a sí mismo no se puede salvar", era una burla y una ridiculez, porque pretendía decir que Jesús no tenía poder para hacerlo; y, ésto, era totalmente falso. Aquel que había resucitado a muertos, podía salvarse a sí mismo. El evangelista Marcos aporta datos adicionales (Marcos 15:31-32). Con un cruel sarcasmo se decían unos a otros: "Si es el Rey de los judíos, descienda ahora de la cruz y creeremos en él". Según los judíos, ellos "hubiesen creído" si Cristo descendía de la cruz. Nosotros, empero, hemos creído porque se quedó en la cruz. El testimonio de los dirigentes religiosos es sorprendente: "A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar". La gran paradoja es que la declaración de aquellos hombres expresa una enorme verdad. El Señor no se salvó, para poder salvar a muchos. Sin darse cuenta, los enemigos de Jesús, predicaron el Evangelio (Juan 11:49-51). La burla de ellos toma la forma de citas bíblicas: Salmos 22:18; 42:10. Se mofan de Cristo, y cuestionan la capacidad de Dios para librarle, profiriendo tres blasfemias: 1) "A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar". 2) "Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz". 3) "Confió en Dios; líbrele ahora sí le quiere; porque ha dicho: "Soy Hijo de Dios". En su obstinación y ceguera espiritual la nación de Israel rechazó al Mesías y su mensaje, y al Reino espiritual que Él ofrecía. Para entrar en el Reino es necesario el arrepentimiento y el nuevo nacimiento. #Continuará.
🎵 Cristo, en tí confío, salvación me das;
Sin tí estoy perdido, no merezco mas;
Pero, tú viniste mi alma a rescatar,
Para que en la gloria yo pudiera entrar.🎵
http://uncafecitonuevo.blogspot.com
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