š£UN CAFECITO NUEVO CADA MAĆANAš£
š®21 de diciembre 2022š®
Mateo 7:1, 2
No juzguĆ©is, para que no seĆ”is juzgados. Porque con el juicio con que juzgĆ”is, serĆ©is juzgados, y con la medida con que medĆs, os serĆ” medido.
Solo los que dudan sobre la inspiración de las Escrituras, cuestionan la unidad y cohesión que encontramos en el Sermón del monte, cuya unidad gira alrededor de la justicia que deben practicar los que anhelan entrar en el reino. El EspĆritu Santo guió y supervisó al evangelista Mateo para escribir acerca de la interpretación correcta de la ley que los maestros en Israel habĆan mal interpretado, tergiversado y mal enseƱado, y que ahora el SeƱor JesĆŗs estaba corrigiendo. Las palabras clave del Sermón estĆ”n en Mateo 5:20: "porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis". Los que anticipaban entrar al reino, debĆan mostrar una justicia superior. AquĆ el SeƱor prohĆbe el juicio personal de censurar a otro y la falta de compasión hacia los semejantes. El SeƱor estĆ” mandando a abandonar el hĆ”bito de ser criticón o censurador de lo que no gusta, sino juzgar con justo juicio, no por las apariencias, como dice en el evangelio de Juan 7:24. El SeƱor no estĆ” prohibiendo todo juicio, lo cual serĆa un error, sino el juicio que solo corresponde a Dios, en el sentido de veredicto de muerte. En ocasiones, escuchamos decir, por ejemplo: _"tal persona no puede ser salva por lo que le vemos hacer"_; pero, Ć©se juicio solo le corresponde a Dios, y daƱa el testimonio de la Iglesia. Este tipo de interpretación a conducido a ciertas herejĆas. Y, el SeƱor dice por quĆ© no debe hacerse asĆ: "Porque con el juicio con que juzgais serĆ©is juzgados". La crĆtica, por lo general, se convierte en un bĆŗmeran: 1) es contraproducente, pues es Dios quien nos juzgarĆ” en el tiempo postrero; no por la crĆtica despiadada que hacemos de otros. Pablo dice: si nos examinĆ”semos (juzgĆ”semos) a nosotros mismos, no serĆamos condenados. 2) es contraproducente respecto de los hombres: si somos censuradores y criticones de otros, asĆ seremos tratados. Como sucedió a Naaman, que preparó la horca para Mardoqueo, pero, el rey mandó ahorcarlo a Ć©l. 3) es falible, pues nunca tenemos todos los datos necesarios para juzgar con equidad. El hipócrita es cegado por su incapacidad de ejercer un justo juicio, pues no observa la otra cara de la moneda. La lección es la quinta Bienaventuranza: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarĆ”n misericordia".
#ContinuarĆ”.
šµ¿Por quĆ© demoras amigo?
El dĆa de salud pasarĆ”:
Y Cristo, que en gracia hoy salva,
Mas tarde en el juicio vendrĆ”.šµ
http://uncafecitonuevo.blogspot.com
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