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             🍮11 de noviembre 2022🍮

 

Mateo 5:4

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

El Señor Jesús dirige las Bienaventuranzas  a aquellos que habían oído sus palabras, habían creído, y le seguían; y, necesitaban una enseñanza ética espiritual que les ayudara en su comportamiento. Hay quienes consideran la primera Bienaventuranza el corazón de la Biblia. En ella, se establece que si una persona no se reconoce a sí misma indigna y pecadora, e incapaz de alcanzar por méritos propios entrar a la presencia de Dios, no puede entrar al reino de los cielos. Si no se percibe como un mendigo espiritual necesitado del perdón y la salvación provistos por Dios en Jesucristo, no podrá creer. Solo los que reconocen su "depravación total" innata (en pecado me concibió mi madre), logran creer. Toda persona necesita darse cuenta de ésto, y acudir a Dios, quien es la fuente de toda gracia. La segunda Bienaventuranza: Bienaventurados los que lloran, resulta un tanto extraña. Nadie en este mundo quiere llorar y estar triste sino todo lo contrario. El estilo de vida de todo ser humano es huir de todo lo que le produzca dolor y lágrimas. Pero, para el creyente, ¿Qué significa "los que lloran"? La palabra usada se refiere al profundo dolor que causa la pérdida de un ser querido; propia de la condición de luto. Pero, si observamos el contexto de las Bienaventuranzas en conjunto, tenemos que concluir que no se refiere a éste tipo de dolor, pues también se nos insta: "gozaos y alegraos", en una parte. Algunos piensan, se refiere al dolor experimentado debido a las condiciones sociales del mundo con todas sus injusticia y males; pero, si entendemos que las Bienaventuranzas son la preparación ética, espiritual, de los que se arrepienten, concluiremos que, "el llorar aquí", debe relacionarse con una vida de arrepentimiento. Una vida que se duele de su propia condición de pecado, y, también, muestra compasión hacia los perdidos. Así, lloran por ello. Y, que, sienten profundo pesar por su indiferencia y lentitud en su desarrollo espiritual, su pobre celo en proclamar el evangelio a otros, su débil fé y falta de confianza en Dios, su falta de gozo, y la abundancia de orgullo en su vida. Entonces, debemos prestar atención a nuestra vida espiritual y de servicio a Dios, para mostrar al mundo un verdadero ejemplo de arrepentimiento; pues, nuestra esperanza es, que seremos consolados.

 #Continuará

🎵El llorar no salva; Aunque corra por mi faz, llanto amargo en profusión, no me lavará jamás; el llorar no salva. Lágrimas y vida dió, precio inmenso de mi paz, quien del cielo descendió. Es Jesús quien salva.🎵

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