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      🍮 7 de noviembre 2022🍮

Mateo 4:7-10
Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

El Padre declaró a Jesús como su Hijo amado en el cual tiene complacencia. El tentador dice: "si eres hijo de Dios, demuéstralo". En la primera tentación, el tentador apunta hacia satisfacer la necesidad física. Un hijo, debe estar sujeto a la voluntad de su padre en todo. El Señor pasó cuarenta días y cuarenta noches en íntima comunión espiritual con el Padre, sin comer ni beber, y tuvo hambre. En esta condición es tentado. Tentación que apunta hacia la conscupiscencia, deseos, de la carne. En la segunda tentación, el maligno usa las Escrituras, pero, torciendola, y, al mismo tiempo, contradiciendola al procurar que el Señor use sus propios recursos independientemente de la voluntad de Dios. Vemos que satanás conoce bien la palabra de Dios, usándola para sus propios intereses; así hacen los hombres del mundo, en su egoísmo. Pero, satanás le dice que lo haga mediante el espectáculo de echarse abajo, lo cual es contrario a lo establecido por Dios. El Señor responde: no tentarás al Señor tu Dios". La última tentación tiene carácter universal y abarca a todo el mundo; al maligno se le ha dado dominio parcial sobre todo, y el pretende ser el soberano; pero, el Soberano es Dios. Satanás es servido y adorado por todos los que, en el mundo, hacen su voluntad; así que, le pide al Señor que le adore a cambio de regalarle las riquezas y poder del mundo. Esta última tentación está relacionada con el servicio a Dios sin importar consecuencias. Apunta a impedir su sacrificio, por medio del cual, Dios sería glorificado y el ser humano podría ser libertado del pecado.  El Señor Jesús le respondió: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El hombre, en todo cuanto hace, en palabras o pensamiento, debe honrar a Dios; y, ésto, sólo es posible, cuando guardamos su ley, y obedecemos sus mandamientos. Los hijos de Dios son, también, tentados en estas tres esferas: "La conscupiscencia (deseos) de la carne, el orgullo de la vida, y la conscupiscencia (codicia) de los ojos". La única solución, es: huir del tentador, y hacerle frente con el arma poderosa de la Palabra de Dios.
#Continuará

🎵La Biblia es cual martillo que parte la roca en dos; Es lámpara que alumbra el camino que lleva a Dios; La Biblia es como espejo por el cual puedo ver mi mal; //De Dios el Padre Celestial es Libro sin igual//
Cual miel es la Palabra Bendita de nuestro Dios; Es fuego que consume al que no oye su santa voz.
Espada de dos filos, es la Biblia un arsenal.
//De Dios el Padre Celestial es Libro sin igual//
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