



Juan 8:36
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
🎵Libre, tú me hiciste libre, tú me hiciste libre, libre Señor; rotas fueron las cadenas, que tenían atado mi corazón.🎵
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
El pecado es nuestro peor enemigo; ya que, va en contra de la ley y la Palabra del Señor.
Desde que desobedecimos al Señor, nos hicimos esclavos del pecado; por eso, Jesús, siendo Dios, se despojó de sí mismo; entregando su vida a muerte, para pagar el precio de nuestra libertad.
Con la muerte y resurrección de Jesús, queda sellado el pacto de libertad de cada uno de nosotros; entonces, para poder ser libres, tenemos que rendirnos a Cristo, y vivir en la libertad con la que Cristo nos hizo libres.
Esa libertad, es vivir en santidad; a la manera de Cristo Jesús, no a mi vieja manera de vivir.
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