🍮14 de febrero de 2024🍮

 

Mateo 27:39-40

Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.

"La burla de los que pasaban"

Le "calumniaban", "difamaban", "ultrajaban", constantemente y simultáneamente, "mientras pasaban frente a Jesús". El salmista David escribió: "Todos los que me ven me escarnecen, estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; librele él; sálvele, puesto que en él se complacía" (Salmos 22:7-8). Era cumplimiento de este Salmos. El "meneando la cabeza" sugiere un gesto de desacuerdo con el mensaje de Jesús. Las burlas proferidas tienen que ver: 1) con lo dicho por él en Juan 2:19, cuando dijo: "destruid este templo, y en tres días lo levantaré", refiriéndose al templo de su cuerpo (Juan 2:21). Él jamás dijo que iba a destruir el templo. 2) el Señor no se refirió al edificio del templo, sino al lugar santísimo, como señala W. E. Bullinger (lingüista): "Destruid este templo": *no es un mandamiento a que los judíos le destruyesen, sino una profecía de lo que harían. Cuando pervirtieron sus palabras, declararon que Él dijo: "Destruiré este templo". Malinterpretando, a sabiendas o por ignorancia, las palabras de Cristo, y  acusándole de blasfemia. "Salvate, o "líbrate", "rescátate" a tí mismo", es un desafío pidiéndole que se salve o autorescate de la situación en que estaba, podría traducirse: "Vamos ahora, tú destructor del templo y edificador en tres días, a ver si puedes librarte a ti mismo". "Si eres Hijo de Dios...", se asemeja a la frase utilizada por satanás en la tentación (Mateo 4:3). La expresión: "Hijo de Dios" es muy importante. Caifás le dijo al Señor: "Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo del Dios viviente", entendiendo correctamente, que el Ungido o el Cristo, tenía que ser al mismo tiempo "el Hijo de Dios". Y que la relación de Jesús, como Hijo de Dios, era única: "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo". "Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios" (Juan 5:17-18). El Mesías, para poder salvar al pecador, tenía que ser Dios: Solo Dios puede salvar. Por eso, se encarnó para poder morir en la cruz y mediante su muerte pagar el precio del rescate de los pecadores. El desafío: "... Si eres hijo de Dios, desciende de la cruz", fue una manifestación de la ignorancia y la depravación del hombre. Si él se hubiese salvado a sí mismo, todos los seres humanos hubiésemos perecido en el infierno eterno. En su ceguera espiritual, los religiosos judíos rechazaron a Jesús, y lo entregaron para que fuese crucificado "porque se hizo a sí mismo hijo de Dios". Él descendió del cielo, y tenía que descender a las partes más bajas de la tierra (Efesios 4:9). #Continuará.

🎵Mirad el gran amor. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

De nuestro Salvador. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Su trono él dejo, al mundo descendió, su sangre derramó, por salvar al pecador.

¡Aleluya! ¡Aleluya! Demos gloria a Jesús.¡Aleluya! ¡Aleluya! Somos salvos por su cruz.🎵

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