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               🍮 10 de julio de 2024🍮

 

La epístola a los Romanos

Romanos 7:1-8:17

La Lucha Interna Del Cristiano

¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. (Romanos 7:7). 

Propósito: "Exhortar al creyente a depender de la ayuda divina".

En los versículos anteriores Pablo ha explicado la relación entre el pecado y la ley. El hombre está sujeto a la ley tal como la mujer está sujeta a su marido. Mientras el marido vive, la mujer está bajo sujeción a él, pero si el marido muere ella queda libre de la ley del marido. Esa es la situación del hombre antes de conocer a Cristo. Pero, una vez que una persona se identifica con Cristo, es hecho libre de la ley para que sirva a Dios en el Espíritu. Si aquel que ha creído en Cristo sigue viviendo bajo la ley, el resultado será una constante derrota espiritual. "¿Qué diremos pues?", es decir, ¿Cómo contestaría alguien al argumento de que el cristiano es libre de la ley? ": ¿La ley es pecado?" Algunos pensarían que Pablo estaba impugnando la ley como algo pecaminoso. Entonces, a seguidas, Pablo responde a dicho argumento con un rotundo: "¡qué perezca ese pensamiento!". Y seguidamente, el apostol presenta algunos de los propósitos de la ley: (1) la ley revela la pecaminosidad del hombre, y (2) la ley muestra los pecados específicos que el hombre comete constantemente. "Más el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia". La ley no es pecado, pero el pecado se aprovechó de la ley. El vocablo "ocasión", significa "un punto de partida", "una base de operaciones", "un pretexto para emprender una acción". El pecado ha hecho uso del mandamiento como una base de operaciones. "Produjo en mí la codicia". Mejor sería: "obró en mi toda clase de deseo maligno". El verbo traducido "produjo" significa "conseguir", "obtener", "producir", "generar". La ley pone en actividad la naturaleza pecaminosa y ésta actúa contrariamente a la voluntad de Dios. "Porque sin la ley el pecado está muerto". Es decir, "aparte de la ley el pecado estaba inactivo". Aparte de la ley, el pecado no podía evidenciarse. Pasaba desapercibido. Pero, ante el conocimiento de la ley ya el pecado no puede ocultarse puesto que se hace evidente. La ley hace que el pecado actúe como un principio activo. "Y yo sin la ley vivía en un tiempo". Posiblemente se refiera a la época de la niñez del apóstol. La forma verbal del verbo ser, podría expresarse así: "Y yo solía vivir sin la ley". "Pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí". La expresión "venido" debe traducirse: "habiendo venido". "Revivió" en su forma verbal significa "revivir". Pablo se refiere al aspecto histórico de su conocimiento personal de la ley y sus resultados. "Y si yo morí". Esta frase aparece al final del versículo 9 en la versión Reina-Valera 1960, pero, quizás, mas bien debería aparecer al principio del versículo 10. "Morí". El conocimiento de la ley hizo que Pablo comprendiense el hecho de que espiritualmente estaba muerto. "Y hallé". "Y fuí hallado", "Que el mismo mandamiento que era para vida". Es decir, "el mandamiento que tenía como fin señalarme el camino o guiarme a la vida". Ése mismo mandamiento, dice Pablo, "a mí me resultó para muerte". La frase en el texto griego es enfática: "El mandamiento, el que en mi caso era para vida, ese mismo (mandamiento) (resultó) en muerte", "porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató".  #Continuará.

🎵Solo el poder de Dios, puede cambiar tu ser. La prueba yo te doy, él me ha cambiado a mí. ¿No ves que soy feliz sirviéndole al Señor? Nueva criatura, yo soy, nueva soy🎵

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