š£UN CAFECITO NUEVO CADA MAĆANAš£
š®11 de julio 2023š®
Mateo 21::28-30
Pero ¿quĆ© os parece? Un hombre tenĆa dos hijos, y acercĆ”ndose al primero, le dijo: Hijo, vĆ© hoy a trabajar en mi viƱa. Respondiendo Ć©l, dijo: No quiero; pero despuĆ©s, arrepentido, fue. Y acercĆ”ndose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo Ć©l, dijo: SĆ, seƱor, voy. Y no fue.
El SeƱor continĆŗa hablando con los lĆderes religiosos, otra vez por parĆ”bolas. Recordemos que las parĆ”bolas tienen una doble función: a) manifestar una verdad; o, b) esconderla. Las parĆ”bolas que siguen, deben entenderse bajo el contexto de las enseƱanzas del SeƱor en Mateo 21:23-27. AquĆ, les presenta el caso de dos hijos, uno obediente, que hace la voluntad de su padre, y el otro desobediente. Esta parĆ”bola representa la conducta de los lĆderes religiosos (Mateo 21:28-32), asĆ como el juicio del SeƱor sobre su perversa conducta. El primer hijo, a quien el padre llamara tiernamente "niƱo", observemos que le respondió que no querĆa ir; pero, mas tarde, al reflexionar, sintió tristeza y remordimiento, y sĆ fue a la viƱa a trabajar. Empero, el segundo hijo, quien respondiera al padre que "sĆ irĆa", pero no fue, actuó falsamente. Mintió, e hizo una profesión falsa, aparentando una cosa siendo otra. Una actitud verdaderamente "hipócrita", semejante a la de los religiosos. Por lo que, a continuación, el SeƱor les pregunta: ¿CuĆ”l de los dos hizo la voluntad de su padre? Obligando a los lĆderes religiosos a testificar contra ellos mismos. Dijeron ellos: El primero, respondiendo acertadamente. "JesĆŗs les dijo: "De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios". ¿Por quĆ©? "Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creĆsteis"; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis despuĆ©s para creerle". Esta parĆ”bola enseƱa que es mas importante "hacer" que "decir". Los publicanos y la rameras eran tenidos como los peores pecadores; los primeros, por su avaricia y extorsión, y las segundas por su gran inmoralidad. Pero, al aceptar y creer en el mensaje de Juan y del MesĆas, habĆan experimentado el nuevo nacimiento (veĆ”se Juan 3:1-8) Por tanto, contrario a los sacerdotes, ancianos, escribas y fariseos, quienes se justificaban a sĆ mismos, no creyendo, sino que rechazaron la persona y enseƱanza del MesĆas, quedaron fuera. Y, tĆŗ ¿Lo aceptas? ContinuarĆ”.
šµNo sĆ© por quĆ© la gracia del SeƱor
A mĆ un dĆa me alcanzó;
Ni sé por qué obró la salvación
En un indigno como yo.šµ
http://uncafecitonuevo.blogspot.com.
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