š£UN CAFECITO NUEVO CADA MAĆANAš£
š®6 de junio 2023š®
Mateo 19:17-19
El le dijo: ¿Por quĆ© me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿CuĆ”les? Y JesĆŗs dijo: No matarĆ”s. No adulterarĆ”s. No hurtarĆ”s. No dirĆ”s falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, AmarĆ”s a tu prójimo como a ti mismo.
Es sumamente importante prestar atención a esta segunda pregunta: ¿CuĆ”les?
En el apartado anterior dejamos claro que el SeƱor estĆ” tratando que este joven reflexione, y se autoanalise. Luego de mostrar que solo Dios es bueno (el SeƱor es Dios, solo que el joven no lo estaba entendiendo), le apunta sobre el guardar los mandamientos, y es aquĆ que el joven expresa su segunda pregunta: ¿CuĆ”les? Es decir, ¿QuĆ© clases de mandamientos? QuizĆ”s sugiriendo que algunos de los mandamientos eran menos importantes que otros; pues, los mismos escribas habĆan clasificado, mal interpretado, e incluso aƱadido otros, diseƱados por ellos. AsĆ que, con su pregunta hacĆa evidente que se consideraba irreprensible; que habĆa cumplido y, por tanto, estaba bien respecto de su vida religiosa y listo para entrar en el Reino. Opinaba que habĆa cumplido todos los mandamientos. El SeƱor le responde seƱalĆ”ndole cuatro mandamientos de la segunda tabla de la ley (Ćxodo 20:12-16; Deuteronomio 5:16-20), y le enfatiza el versĆculo 17 de Levitico, relacionado con la responsabilidad del hombre hacia el hombre; es decir, evidenciando el comportamiento humano. El joven rico estaba equivocado y era necesario mostrĆ”rselo; y el SeƱor matiza la cuestión con un resumen tomado de LevĆtico 19:18; lo cual nos revela que el joven rico habĆa vivido una vida justificandose a sĆ mismo. Pero, la justicia del hombre es abominación delante de Dios (IsaĆas 64:6), y la Palabra de Dios enseƱa que nadie es salvo por las obras de la ley (Romanos 3:23; Mateo 5:21) La ley, que es imposible cumplirla, es el instrumento utilizado por Dios para que podamos reconocer nuestra condición de pecado. El joven rico, y los dirigentes del pueblo de Israel estaban equivocados, pues querĆan alcanzar el favor de Dios mediante su propio esfuerzo. MĆ”s, Dios se agrada de aquel que se refugia en Cristo para el perdón de sus pecados (Romanos 3:21-24) #ContinuarĆ”
šµPecador, ven a Cristo JesĆŗs,
y feliz para siempre serƔs
Que si tĆŗ le quisieres tener,
al divino SeƱor hallarƔs:
// Ven a Ć©l// que te espera tu buen Salvador.šµ
http://uncafecitonuevo.blogspot.com
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