

Salmos 51:-1-2
Ten piedad de mÃ, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y lÃmpiame de mi pecado. Pedir piedad es un reconocimiento, en primer lugar, a nuestra desvalidez ante nuestra condición de pecado; y, también, de humildad y humillación ante Dios; sabiendo que, solo Él, nos puede ayudar y librar; porque es, muy misericordioso y todopoderoso. Solo que, la misericordia de Dios es manifestada a través de la obra magnÃfica de Jesús sobre la cruz, cuya sangre nos lava, purifica y limpia de maldad y de pecado. Por éso, es necesario venir a Dios humillado y en obediencia, en arrepentimiento y fe por medio de Jesucristo. La palabra de Dios en enseña que, vivimos una vida natural completamente en pecado y rebeldÃa ante Dios. Esto es, una vida de enemistad y malagradecimiento. Por tanto, debemos pedir perdón para ser lavados y ser limpiados.
¿Ya lo hiciste?
🎵Lavame, lavame; en tu sangre, oh cordero de Dios; y con alma limpia me presentaré en tu hogar tan glorioso de amor.🎵
No hay comentarios:
Publicar un comentario