8 de octubre 2016 

Santiago 4:10
Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
La humillación, se podrÃa definir, como una ofensa que alguien o algo causa en el orgullo o el honor de una persona.
También, puede definir como una sensación que experimenta una persona al sufrir una ofensa.
Pero, humillarse delante de Dios, es reconocer que Él es santo, y que nosotros somos pecadores; es reconocer que hemos fallado y necesitamos su perdón, para poder vivir en paz con Él. Humillarse ante Dios, es reconocer nuestra imperfección, ante el Dios perfecto; es reconocer que, todo lo que somos, lo que tenemos y lo que podemos tener, no nos pertenece a nosotros, sino que, todo es de Él. Es reconocer que somos débiles ante el Dios todopoderoso.
Es reconocer que, sin El no somos nada.
Es reconocer que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro único Salvador y Señor.
Recordemos que, el que se humilla ante Dios no será avergonzado, sino que, Dios le exaltará.
🎵||HumÃllate hermano, humÃllate ya bajo la mano poderosa del Rey||.🎵
La humillación, se podrÃa definir, como una ofensa que alguien o algo causa en el orgullo o el honor de una persona.
También, puede definir como una sensación que experimenta una persona al sufrir una ofensa.
Pero, humillarse delante de Dios, es reconocer que Él es santo, y que nosotros somos pecadores; es reconocer que hemos fallado y necesitamos su perdón, para poder vivir en paz con Él. Humillarse ante Dios, es reconocer nuestra imperfección, ante el Dios perfecto; es reconocer que, todo lo que somos, lo que tenemos y lo que podemos tener, no nos pertenece a nosotros, sino que, todo es de Él. Es reconocer que somos débiles ante el Dios todopoderoso.
Es reconocer que, sin El no somos nada.
Es reconocer que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro único Salvador y Señor.
Recordemos que, el que se humilla ante Dios no será avergonzado, sino que, Dios le exaltará.
🎵||HumÃllate hermano, humÃllate ya bajo la mano poderosa del Rey||.🎵
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