



2 Corintios 1: 4
el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
🎵No hay problema muy grande, que Dios no resuelva; no hay montaña muy alta, que Dios no la mueva; No hay tormenta muy negra, que Dios no la calme; No hay dolor ni angustia, que Dios no la sane. 🎵
el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
A pesar de nuestras tribulaciones, las cuales, nos hacen sentir desconsolados, hay una promesa en la Palabra de Dios para cada uno de nosotros. El Señor nos deja bien claro que, en medio de nuestras tribulaciones, Él es nuestro consuelo; que, en los peores momentos y las más difíciles tribulaciones, ÉL será nuestro consolador. Por lo cual, no debemos temer, sino confiar cada día más en Él.
No hay tribulación tan grande, que el amor y consuelo del Señor no pueda quitar; así que, te invito a confiar en todas las promesas del Señor.
Sólo confiemos y esperemos pacientemente, Él siempre será fiel.
Aunque, hayamos tenido la noche más oscura, sepamos que, pronto, saldrá el sol y podremos ver la luz del día.
🎵No hay problema muy grande, que Dios no resuelva; no hay montaña muy alta, que Dios no la mueva; No hay tormenta muy negra, que Dios no la calme; No hay dolor ni angustia, que Dios no la sane. 🎵
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