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🍮27 febrero de 2025🍮
JUAN 1:38-51
Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. (JUAN 1:39) Segunda Parte
La referencia a la hora décima, expresada en el estudio anterior, es la primera mención de tiempo en el Evangelio de Juan. Este detalle ofrece una de las varias evidencias de que su autor fue un testigo ocular de los acontecimientos por él registrados. Juan enfatiza en su primera epístola la verdad de que los apóstoles fueron testigos oculares de Jesús: “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida … lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos” (1 Jn. 1:1, 3). Como los apóstoles eran “testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén” (Hch. 10:39), el testimonio de los apóstoles era inatacable. Su testimonio era tan importante que cuando los apóstoles buscaron un reemplazo para Judas Iscariote, buscaron “un testigo de la resurrección, uno de los que [los] acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre [ellos], desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre [ellos]” (Hch. 1:22-23). Este incidente fue el comienzo del testimonio ocular de Juan a la vida y ministerio de Jesús. Continuará
🎵Yo soy testigo del poder de Dios, muchos milagros él ha hecho en mi, yo era ciego mas ahora veo, la luz gloriosa que me dio Jesús.🎵
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