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š®16 de mayo 2023š®
Mateo 17:24
Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
Recordemos que este relato solo estĆ” en Mateo: "el del pago del tributo", y hace referencia al tercer punto que seƱalamos al inicio de este estudio; enseƱando: "la importancia de que, muchas veces, es mejor no reclamar los derechos que se pueda tener". "Las dos dracmas", es el llamado *tributo del templo*, que los hijos de Israel, de veinte aƱos arriba, debĆan pagar en el servicio del templo, en expiación por el pecado ; "un memorial delante de JehovĆ”" (Ćxodo 30:14-16) Una cantidad pequeƱa, equivalente hoy dĆa a un dólar nueve centavos ó un euro. A Pedro se le hace la pregunta, posiblemente, al considerarlo como el mas destacado entre los discĆpulos. Capernaum era un Ć”rea marĆtima y comercial donde se reunĆan muchos pescadores; y los cobradores de impuestos preferĆan este lugar junto al mar. Pedro responde a la pregunta: SĆ. Sabiendo que JesĆŗs cumplĆa con todas sus responsabilidades, y siempre se sometĆa a todos los preceptos y leyes de los hombres. Tan pronto los discĆpulos entraron en la casa, JesĆŗs tomó la delantera diciendo: "¿QuĆ© te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiĆ©nes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraƱos?" Pedro respondió: De los extraƱos. JesĆŗs le dijo: Luego los hijos estĆ”n exentos. El SeƱor enseƱa a los discĆpulos mediante una deducción: si Ćl es el Hijo de Dios, y ellos sus discĆpulos o seguidores, teniendo todos los derechos como Hijo, no estaba obligado a pagar el tributo. "Sin embargo", dijo el SeƱor, "para no ofenderles" o no hacerles tropezar en su falta de reconocimiento del MesĆas, dice a Pedro, "ve al mar, y echa el anzuelo". En esta ocasión, Pedro no necesitaba una red, sino simplemente un anzuelo. Y sigue instruyĆ©ndole: "y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarĆ”s un estatero; tómalo, y dĆ”selo por mĆ y por ti". El SeƱor pagó el impuesto, mediante un milagro. "Un estatero" equivale a cuatro dracmas, que cubrĆa exactamente el tributo. AsĆ, el SeƱor evitaba que los religiosos pensaran que Ćl se oponĆa a cumplir con los tributos del templo y los preceptos de la ley de MoisĆ©s, y la gente creyera que despreciaba el templo y la adoración en el mismo. Los teologos liberales y racionalistas, que no creen en ninguno de los milagros en las Escrituras, se burlan aceptando la imposibilidad del mismo y lo seƱalan como algo mitológico. Un cuento. Incluso dicen que JesĆŗs lo que le dijo a Pedro fue que vendiera el pez. Niegan la inspiración plenaria y verbal de la Biblia, y tambiĆ©n que Cristo resucitó. Ćso dicen y enseƱan. #ContinuarĆ”
šµPadre, Tu Palabra es
Mi delicia y mi solaz;
GuĆe siempre aquĆ mis pies,
Y a mi alma traiga paz.šµ
http://uncafecitonuevo.blogspot.com
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